Yo me di cuenta de que era neurótico cuando ví cuánto sufría en mis relaciones interpersonales, desde una junta de trabajo, una relación de pareja, con la familia, en una reunión con personas desconocidas, etc., Mi actitud era la de aislarme, totalmente desintegrado, o la de hacerme el "gracioso", queriendo llamar la atención de todos. En lo que conseguía ese objetivo, había mucho sufrimiento de por medio.
Hay otros compañeros que se dan cuenta que padecen de esta enfermedad tan sólo al reconocer el sufrimiento que les ocasiona el que otras personas sobresalga más que ellos, y cuando estas personas son premiadas por alguna razón es el "acabose" para el neurótico: "Esto era lo único que me faltaba".

Hay quienes el dinero les hace sufrir, o porque tienen mucho y no desean gastarlo en nada o porque no tienen el suficiente. También sufren cuando alguien no les paga o cuando alguien no les presta. Adoptan una actitud seria, indiferente y hasta de enojo.

Otros, al llegar a casa empiezan a ver las necesidades económicas: que no hay para esto, que falta aquello, que no me diste el gasto, etc. Por supuesto, la mejor forma de terminar con este lío es un "no tengo" . Pero lo peor de todo es que este "no tengo" se lo llevan a todas partes, tanto, que se convierte en una actitud ante cualquier circunstancia, aún en las oportunidades de mutuo beneficio y más cuando se trata de ayudar a alguien.

Buena parte de nosotros tiene la experiencia de salir de nuestras casas con mucha prisa, la ansiedad de llegar a tiempo (al trabajo, a la escuela, a una cita, etc.), nos hace andar a la "carrera" con el reloj en mano. Llegamos al extremo que aún en los fines de semana, los paseos ya no pueden disfrutarse por nuestras eternas prisas: hay que salir temprano y regresar pronto, no sea que se nos "haga tarde".

A algunos compañeros se les manifiesta la enfermedad a través de miedos, por ejemplo: ya no pueden salir a la calle por los peligros que les asechan. "Ya no se puede andar con seguridad ni de día", se la pasan cuidándose las espaldas, permitiendo que el miedo se apodere de ellos. De esta forma dejan de ir a la escuela, o al trabajo, a reuniones sociales, o al mercado, se van quedando paralizados por el miedo, a tal grado que nulifican su vida.

Así como éstas, hay otras muchas experiencias a través de las cuales se manifiesta la enfermedad de la Neurosis.

No hemos hablado específicamente de la agresividad que sufrimos antes de llegar al Movimiento, la agresividad de nosotros, de no ser sometida a una terapia seria como la que ofrecemos en los grupos Buena Voluntad de Neuróticos Anónimos, va en aumento, lo que ocasiona que en algunos casos se llegue a sentir incluso, el deseo de matar, o de suicidarse, llegamos a sufrir un desequilibrio emocional muy fuerte, que nos pudo haber llevado a la prisión, al hospital o al panteón. Al ser cada vez más agresivos, creamos un ambiente alrededor de nosotros de odio, miedo, tristeza, confusión y rechazo, que afecta a nuestros seres queridos, que son a quienes sin darnos cuenta más lastimamos.

Dominados por la enfermedad, llegamos a pensar:

No puedo destruir a los que me rodean, pero sí puedo hacerme daño a mí mismo, y hacerlos sentirse culpables de un intento de suicidio o de mi muerte.

Me siento arrastrado por los conflictos que me he atraído sin darme cuenta. Con mucho dolor me veo atrapado en la desesperación y el único escape que veo es la puerta falsa.

Estoy tan cansado de vivir que la muerte me parece un descanso.

El Gro. acatzingo tulyehualco sur 4 y 5 paso., de Neuróticos y alcoholicos Anónimos nos enseña a vivir con tranquilidad a pesar de cualquier problema que tengamos. Estamos para servirle: lo esperamos.