Hemos caído en la falsa diversión, en los falsos libertinajes, vivimos en una sociedad donde reina la apariencia y la falsía; una sociedad que parece haber perdido todos sus valores. Entre más adelantos ha tenido la ciencia, el mundo se ha mecanizado más y el hombre actual, entretenido con las máquinas y con lo que él mismo crea, se ha olvidado de sí mismo. El hombre actual se ha convertido en una máquina y el ser humano vive vacío aunque parezca que tuviera mucho..., le faltan los principios, la moral y el amor consigo mismo y con sus semejantes. En estas circunstancias, desea huir ante el dolor y el sufrimiento y ante esta realidad de la vida, se sumerge en el mundo de la droga y en los viajes artificiales que lo esclavizan. La juventud actual nace en hogares sin calor, sin cariño, sin amor, sin lazos de familia y con padres que muchas veces se preocupan más por el dinero y por darle mal ejemplo a sus hijos. La juventud actual recibe una educación falsa sin principios morales ni espirituales. En vez de enseñarlos a pensar, se les incita al odio y a la violencia y debido precisamente a esta falsa educación que reciben los jóvenes en sus hogares y en los centros de estudios a que asisten, es que la humanidad actual se encuentra indefensa ante el problema de la droga, está vulnerable y no preparada para enfrentarse a una sociedad de consumo totalmente artificial. |